Vaya sorpresa me he llevado

La ubicación es excelente, en el hermoso distrito de Ginza, con metro en la puerta y cerca de tiendas de lujo. Las habitaciones son cómodas y más grandes de lo habitual en Japón. El personal es amable y el desayuno es de calidad. Sin duda, un lugar ideal para regresar.

cercanía a parques y monumentos imperiales, ideal para caminatas

disfruté del fácil acceso al Parque Este del Palacio Imperial, donde pude pasear por sus bonitos senderos y jardines, además de estar a solo unos minutos de la estación de metro que me llevó a otros lugares emblemáticos como la Torre de Tokio, haciendo que mis exploraciones por la ciudad fueran realmente enriquecedoras.

Habitaciones bien equipadas con un diseño moderno. La ubicación en el barrio de Ginza proporciona acceso a muchas tiendas y restaurantes.

Las habitaciones dan a las vías del tren, haciendo que sean ruidosas especialmente por la noche. El desayuno es limitado, solo tres opciones cuando un hotel de este precio debería ofrecer un buffet más variado. Las tarifas de las copas son excesivas y la calidad no es la esperada. Los horarios del comedor son restrictivos, cerrando a las 22:00, lo que resulta incómodo para los que cenan tarde.

La habitación tenía vistas increíbles de la

ciudad. Disfrutamos del servicio del personal, que fue extraordinario y siempre dispuesto a ayudar. La ubicación es muy conveniente, con estaciones de metro cerca. Sin embargo, el gimnasio es algo limitado en sus instalaciones.

La ubicación en Ginza es espectacular! Cerca probé el increíble ramen en Hakataya Daikichi Ginza y, aunque el desayuno pudo mejorar, la habitación era bastante cómoda y más amplia de lo habitual en Japón. Definitivamente regresaré por la comida y la cercanía a las tiendas de lujo.

El servicio del personal me sorprendió, considerando lo bien que me trataron en el hotel Gate de Kioto. Además, la confusión al llegar y la falta de atención en la terraza afectaron la experiencia, aunque todavía disfruté del ambiente.

La estancia fue increíble, especialmente disfruté del desayuno exquisito y de la habitación espaciosa con bonitas vistas. Definitivamente lo elegiría de nuevo por su valor.

el personal fue muy amable y se tomó el tiempo de conocernos. las opciones del desayuno son limitadas.

La terraza es espectacular, pero el servicio en ella fue algo lento.

Pasamos un gran tiempo con amigos, disfrutamos de la cercanía al teatro imperial, donde vimos una obra genial. La ubicación es clave, con el metro muy cerca. Además, el personal siempre estuvo dispuesto a ayudarnos, lo que hizo nuestra estancia aún mejor. Definitivamente regresaremos y recomendamos hacer reservaciones para los espectáculos al aire libre de la terraza.

Sin embargo, el servicio en la terraza fue un poco lento, lo que afectó nuestra experiencia al querer disfrutar de un trago mientras admirábamos la vista.

La terraza del hotel es impresionante, sin embargo, el servicio allí fue un poco lento. La habitación era cómoda, aunque más pequeña de lo esperado. El desayuno podría mejorar, ya que las opciones eran limitadas. Este lugar puede ser bueno para una estadía corta, pero hay aspectos que deben ser ajustados para alcanzar un nivel de excelencia.

fantástica ubicación con impresionantes vistas desde la habitación

amenidades lujosas, baño cómodo

espacio limitado en la habitación

la habitación era cómoda y el desayuno variado y gourmet me encantó. el personal fue super amable y siempre atento a nuestras necesidades.

falta de opciones en el desayuno.

Ubicación perfecta, con fácil acceso a varias líneas de metro y zonas de compras. Las habitaciones son cómodas y más grandes de lo normal en Japón. Me encantó el ambiente moderno y relajante del hotel.

El único problema es la falta de lavadora. si viajas largo, ¡prepárate para sesiones de lavandería de gimnasio!

una experiencia inolvidable en un hotel moderno con un personal amigable y una ubicación ideal en el corazón de tokyo

El Gate Hotel Tokyo By Hulic fue como un sueño. La habitación era espaciosa, el acceso a estaciones de metro muy fácil, y el personal siempre estuvo dispuesto a ayudarnos. ¡La azotea era impresionante! Además, cada mañana disfruté de un café recién hecho en la habitación, lo que lo hizo aún más especial. Sin duda, ¡volveré!